Ana Rosa tiene 43 años, una hija, un aspecto juvenil, un gran sentido del humor y una vocación de la que ha hecho su profesión: la comunicación. Es intérprete de lengua de signos y, como tal, está acostumbrada a sentir las miradas clavadas en ella. Tanto las de sus interlocutores como las de la cámara de televisión que habitualmente retransmite en directo su trabajo. La gesticulación y expresividad son fundamentales para conectar con un público al que la voz no le llega y al que a Ana Rosa le gusta mostrarse con su mejor cara. Esta no fue la única pero sí una de las razones por las que empezó a acudir a la consulta del doctor Morano, así que no es la primera vez Ana Rosa está en la sala de espera. Ni será la última. Se la ve risueña, tranquila, feliz, natural. “Desde que vengo aquí tengo el guapo subido”, dice bromeando. Y es cierto. Familia, amigos, compañeros de trabajo y hasta su propio espejo lo confirman: cada día está más guapa. Literal. Y lo está de una forma natural, sin que nadie sepa muy bien por qué… nadie menos ella, que no sólo ha mejorado notablemente el aspecto de su piel con tratamientos para eliminar marcas de acné, sino que, confiando en el criterio del doctor, se ha sometido a una “remodelación facial” con la técnica de lipolifting.

Es un tratamiento sencillo, eficaz y sin dolor con el que Ana Rosa está encantada. Lejos de lo que el nombre de este tratamiento pueda evocar, se trata,  simplemente, de restaurar el volumen donde se ha perdido utilizando la propia grasa la persona (preparada y depurada). Con el fin de rejuvenecer los tejidos y obtener una imagen mejorada de una misma.

Ahora, cuando el piloto rojo de la cámara se enciende y enfoca un primer plano fijo durante el largo rato que dura una conferencia, un debate o cualquier otra retransmisión, ella se siente mucho más cómoda. y cuando se apaga también: el “guapo subido” siempre está ahí.

Tratamientos: remodelación facial con lipolifting

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