Como bien sabemos, la mascarilla ha tenido que formar parte de nuestra vestimenta desde que comenzó esta situación tan delicada. Además, su uso también ha sido declarado como obligatorio en muchos países del mundo, por tal razón debemos saber todo detalle que provenga de este accesorio.
Este accesorio fue diseñado con el fin de cuidar nuestra salud de cualquier agente patógeno que pueda entrar en nuestro organismo, pero lamentablemente mientras esto ocurre también va deteriorando nuestra piel, debido al constante roce que ocurre cuando la usamos, es por ello que debemos llevar a cabo el cuidado correcto para que nuestro rostro no termine más perjudicado.
Las mascarillas pueden provocar irritación e hipersensibilidad que además se agrava con el calor. Marcas, granos, picor y roces en nariz y orejas son algunos de los síntomas. Para evitarlos, los expertos dermatólogos nos recomiendan usar adhesivos protectores para la nariz y gomas elásticas o sujecciones para no tirar detrás de las orejas.
Si eres una persona que debe usar este accesorio durante mucho tiempo del día, es primordial que uses cremas hidratantes de base ligera, y cuando te toque lavar tu rostro debes hacerlo con agua templada y con jabones que posean pH neutro.
Por otro lado, mientras uses la mascarilla es recomendable que no uses maquillaje ya que de lo contrario podrías estar tapando los poros de la piel, lo que significa que podrías estimular la aparición de acné.
Si la mascarilla te ha dejado problemas en el rostro, entonces los profesionales en dermatología recomiendan usar por unos 3 o 4 días una crema suave con un componente llamado corticoides, además también aconsejan lavar el rostro con agua micelar y un jabón sin fragancias que posea pH neutro. De igual manera debes usar cremas hidratantes pero en esta ocasión sería mucho mejor que usaras una que tengan componentes reparadores.
Los hombres con barba pueden tener más problemas
Las mascarillas también pueden ser irritantes para hombres con barba. De hecho, puede producirse foliculitis de barba -una infección de los folículos pilosos- e irritaciones de la piel. Unos efectos que pueden empeorar ante las altas temperaturas. La mascarilla dificulta la transpiración de la piel, con lo que puede ocasionar que se sude más de lo normal.
También conviene recordar que las mascarillas no protegen frente a los rayos solares. Los rayos ultravioletas atraviesan el tejido de las mascarillas, por lo que no hay que olvidar la crema protectora.
Fuente expobeautymagazine