Positive pro-aging, well aging”… son las nuevas etiquetas, más coherentes y realistas, que ponen al día el concepto antiedad. “Es una versión en positivo que no busca cambiar el aspecto de las mujeres para que intenten parecer 10 años más jóvenes perdiendo la naturalidad, sino mejorar la calidad de su piel y conseguir una imagen más fresca y menos cansada que las haga sentir a gusto cualquiera que sea su edad”, resume Christophe Foucher, director general de Fillmed (hasta el 2019 división médica de los laboratorios Filorga). La cordura por fin se impone al exceso.
Prevenir, ralentizar y atenuar los signos más visibles del envejecimiento sigue siendo el objetivo, pero ahora el proceso es más integrativo, tratando todas las capas de la piel e incidiendo más en el bienestar, la confianza y el estilo de vida que en el borrado artificial de toda arruga. Hay herramientas: desde una buena rutina cosmética que proteja y estimule que la piel siga funcionando como cuando era más joven, hasta tratamientos con distintos tipos de láser, radiofrecuencia, peelings, ultrasonidos… y sí, también inyectables de ácido hialurónico inductores de colágeno para revitalizar y redensificar la piel más que como rellenos demasiado evidentes.
La cosmecéutica con alta concentración de activos, la mesoterapia con las microagujas más finas del mercado para hidratar la dermis y los complejos polirrevitalizantes son opciones de Fillmed habituales en las consultas dermatológicas. “Hay que trabajar con el tiempo, en vez de en su contra y saber envejecer bien por dentro y por fuera”, apunta la doctora Ferial Fanian, dermatóloga y directora científica de la marca.“ La prevención en manos médicas pueden empezar en la treintena, pero con una aproximación muy distinta a la de los 50”, apunta.
‘MILLENNIALS’ PREVISORES
En tiempos de stories y sobreexposición fotográfica los millennials van algo más allá de los filtros. Según el últimoestudiode la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) el 31%de sus usuarios tienen entre 25 y 38 años. Les preocupa el acné y sus huellas, la calidad de su piel, las ojeras… El doctor Ricardo Ruiz, director de la Clínica Dermatológica Internacional, aconseja prudencia y dejar claro que no hay “milagros” pero sí técnicas preventivas. “Una toxina botulínica puesta en el momento adecuado, puede educar la musculatura para que en un futuro no se marquen las arrugas del “entrecejo” o las “patas de gallo” y la mesoterapia de ácido hialurónico o la radiofrecuencia pueden compensar de forma precoz la pérdida de colágeno”, expone.
CUELLO Y ESCOTE: LOS OLVIDADOS
Los dermatólogos siempre se llevan la mano al pecho para explicar hasta dónde se ha de aplicar el cuidado facial pero a menudo, por las prisas o por hacerlo una vez vestidas, el cuello y el escote quedan desnudos y expuestos. Un error porque su piel es más fina, tiene menos glándulas sebáceas y el olvido se traduce en pérdida de elasticidad, manchas y anillos de Venus, esas arrugas horizontales del cuello que aparecen con los años por la pérdida de firmeza y los movimientos constantes.
Y luego está el tech-neck, el envejecimiento prematuro provocado por mirar constantemente hacia abajo para usar el móvil (unas 150 veces al día). Aunque se puede aplicar el tratamiento habitual, con movimientos de remonte de abajo hacia arriba alternando las manos, hay cremas y mascarillas específicas para tratarlos como se merecen. Natura Bissé acaba de estrenar cinco tratamientos en cabina, entre30 y 90minutos, para afrontar sus diferentes retos, incluido el doble mentón.
OJO CON LAMIRADA
A su alrededor aparecen las primeras líneas de expresión y las ojeras y la hinchazón provocan un aspecto cansado. La piel del contorno de los ojos tiene sólo 0,5mm de grosor y es fina, delicada y activa, porque soporta alrededor de 10.000 parpadeos al día. A partir de los 25 años se puede empezar a usar productos específicos para esta zona teniendo en cuenta lo que se busque prevenir o mejorar con ellas para elegir los activos y las fórmulas adecuados.