Según el último estudio socioeconómico y de penetración del sector de la Medicina Estética en España, presentado por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), los rellenos dérmicos y los neuromoduladores son los tratamientos más demandados por la población.

En nuestro país, el mercado de la Medicina Estética ha crecido en los últimos años en torno a un 10% – 15% vinculado a un cambio en la demanda de los tratamientos faciales y corporales. Un 56.7% de los pacientes escogen tratamientos faciales exclusivamente, lo que supone un incremento de 5 puntos en los últimos tres años. Mientras que un 20% de la población asegura que realizan tratamientos faciales y corporales indistintamente.

En el trabajo de la SEME se indica que, la principal preocupación de los jóvenes es combatir la celulitis y reducir la grasa corporal mientras que los mayores optan por tratamientos de hiperpigmentación, manchas y fotorejuvenecimiento. A estas necesidades se suma la nueva tendencia estadounidense ‘Baby B’ que consiste en infiltrar dosis más bajas de neuromoduladores para disminuir o prevenir ciertas patologías antes de que aparezcan.

El principal motivo por el que los pacientes deciden hacerse un tratamiento de Medicina Estética es para mejorar el aspecto y verse bien. Los más jóvenes lo hacen para ganar autoestima y mostrar la mejor versión de sí mismos mientras que los segmentos más mayores lo hacen para reducir los signos del envejecimiento. Los tratamientos estéticos se han convertido garantía de salud para un porcentaje amplio de la población.

Los consumidores
El perfil del consumidor actual de Medicina Estética ha variado mucho en los últimos años, aumentando el número de pacientes femeninos y masculinos. Según los datos extraídos de este estudio cinco de cada diez mujeres y dos de cada diez hombres son usuarios actuales de tratamientos estéticos.

Un 61.8% de los pacientes acuden al centro por recomendaciones de amigos y familiares mientras que los jóvenes lo utilizan principalmente internet para informarse. Además, hay una tendencia creciente sobre el inicio en el mundo de la Medicina Estética a edades, cada vez, más tempranas. Si hablamos de tratamientos faciales, corporales y capilares el perfil del consumidor se sitúa en torno a los 28-32 años y en 35-39 años para tratamientos de prevención antiaging. La aparición de lo selfis, la difusión que la medicina estética tiene en las redes sociales y la influencia que estas tienen sobre los jóvenes, ha hecho que los menores de 26 años se introduzcan en el mundo de la Medicina Estética a través de rellenos de ácido hialurónico en los labios y otros tratamientos preventivos con neuromoduladores.

Fuente epservices.eprensa.com

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