La quinoa tuvo su momento álgido hace varios años, pero nunca ha perdido su estatus como uno de los alimentos más saludables. Ha protagonizado numerosas recetas y al ser ya un “fondo de alacena”, no podía faltar en el menú semanal. Sin embargo, hay una pauta que nunca debe olvidarse: lavarla muy bien antes de cocinar. Como comenta Fernando, “hay que lavarla con mucho cuidado, aunque el paquete diga que ya viene lavada”, ya que este paso eliminará la parte exterior de algunas variedades de quinoa que hacen que se amargue al trabajarla.

Y si la quinoa se caracteriza por su alto contenido en fibra, la presencia de los espárragos hará que la aportación se multiplique. La proteína correrá a cargo de un huevo cocinado de una forma especial que hará que el plato adquiera más sabor y texturas en boca.

Ingredientes (para cuatro personas): quinoa, 300g; espárragos verdes, 20; huevos, 4; aceite de oliva, sal y pimienta.

Tras lavar la quinoa, se cuece con agua y sal. Por otro lado, hay que hervir los huevos 5 minutos y medio exactamente. Si estuviesen más tiempo, la yema se cuajaría, eliminando la jugosidad del plato, mientras que si estuviese menos, sería difícil quitar la cáscara sin romperlos. Una vez pasado el tiempo, se sumergen en un bol con agua para cortar la cocción. Por último, saltear los espárragos a fuego fuerte en una sartén o plancha y emplatar.

Bon profit!

Fuente vogue.es

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